Bahía de Guanabara

Medallas contaminadas

Por: Chuy Patiño

“Es la sede más contaminada que he visto”. Eran las palabras del noruego Allan Norregaard, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos del 2012 en la prueba de vela, refiriéndose a la Bahía de Guanabara. En este lugar que menciona el escandinavo, a partir del 5 de agosto se realizarán diversas de las pruebas acuáticas para Río 2016.

El gobierno brasileño se comprometió tratar el 80 por ciento de las aguas residuales que llegan a este cuerpo acuático. Sin embargo, la realidad es otra. La contaminación de la Bahía es evidente, ni siquiera se necesita de un microscopio para darse cuenta que la calidad del vital líquido es mala. Pero ni así se cancelarán todas las pruebas programadas para este sitio.

"Los atletas nadarán, literalmente, en excremento humano. Y estarán en riesgo de sufrir alguna enfermedad" – Daniel Becker

Categóricas fueron las palabras de un médico brasileño (Becker) respecto al peligro que vivirán los atletas que compitan ahí. El riesgo será latente y ya es muy poco lo que se puede hacer para evitarlo. “Lo mejor que pueden hacer es mantener ojos y boca bien cerrados. Probablemente sufrirán algún tipo de contaminación, aunque eso no significa necesariamente que enfermen”.

Algunos estudios demostraron la presencia de rotavirus en esta agua, el cual es causante de diarreas y vómitos. Muchos de los deportistas que se desempeñarán en Guanabara han externado sus preocupaciones, pero asumen que no les quedará de otra y tendrán que confiar en la fortuna para no enfermarse.

          "Tenemos que mantener la boca cerrada cuando el agua salpique" – Afrodite Zegers (Equipo de vela de Alemania)

Extraño a lo que se pueda pensar, es un atleta y no el gobierno la única voz que defiende el lugar. Se trata de Ricardo Winicki, velerista brasileño que incluso prometió beber de dicha agua si logra conseguir una medalla en la justa olímpica. Para él no le importan las advertencias ya que lleva años practicando windsurf en este sitio.

“Ya he tragado tanta agua que tengo anticuerpos. Si escupiera lo que he bebido, saldría otra bahía” – Ricardo Winicki

El mensaje del brasileño no será consuelo para los demás participantes. Es así que entre agua de inodoros, de drenaje y basura, se escribirán historias de olimpismo. Ahora las medallas no sólo costarán sangre, sudor y lágrimas, también podrán incluir alguna que otra enfermedad intestinal.