Antuna es víctima de su propio maleficio

Uriel Antuna es de los contados futbolistas que acumulan más goles con su selección que a nivel de clubes. Todo gracias a un 2019 mágico en el que este prometedor futbolista mexicano por fin encontró su momento, primero con el Galaxy, para después trasladarlo con el ‘Tricolor’.

Aunque con una dosis importante de fortuna.

Sus 7 goles con la Selección Mexicana y los 6 tantos con el equipo de la MLS en el año pasado, le alcanzó para ser uno de los ‘bombazos’ de las Chivas para el Clausura 2020.

Estaba convertido en uno de los jugadores mexicanos jóvenes más interesantes y atractivos, pero no en una figura consolidada. No en un elemento por el que hay que pagar cerca de 10 millones de euros, por más que el mercado actual pondere mucho más la edad sobre la consistencia

‘El Brujo’ hechizó al proyecto de Peláez, aunque era evidente que el efecto no duraría mucho. 

Antuna brilló ante rivales de muy baja calidad. Cuba, Martinica y Bermudas no existen en el plan futbolístico. Estuvo en el lugar adecuado y en el momento adecuado para aprovechar sus oportunidades.

Su mal arranque de torneo con el Guadalajara es razonable. Los oponentes en la Liga MX son de mucho mayor calidad que lo que vivió en Concacaf y en la MLS.

Además, es un futbolista que necesita espacios para correr en transición y sin tener que involucrarse tanto en la elaboración de jugadas. Requiere un contexto ideal que hasta ahora Luis Fernando Tena no ha construido.

Por eso no hay que “matarlo”. El único culpable sería quién decidió pagar tanto por el “embrujo” que causó en 2019.

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