Los inolvidables "campeones" sin corona

Seguramente, todos conocimos a alguien que era el más aplicado de la clase, el de las mejores calificaciones y que hoy en día, no es el que tiene el mejor trabajo, ni el más exitoso.

Mientras, aquel alumno que batallaba para pasar y que hasta tenía que copiar en los exámenes, hoy tiene un gran empleo y vive una buena vida.

Y te preguntas si el destino fue JUSTO, qué decisiones en momentos importantes los llevaron a diferentes caminos cuando parecía que estaban orientados a lo contrario.

Algo así es el formato del futbol mexicano, en el que existe una fase regular en el que sólo basta estar entre los primeros ocho lugares para pasar a la Liguilla.

El primer lugar, el que mejor hizo las cosas durante al menos 17 jornadas, no tiene garantizado ser campeón. Le faltarán seis partidos más para lograrlo, y una mala noche puede tirar por la borda todo lo bueno que había hecho. Mientras, un equipo que navegó sin esforzarse mucho, pero que en el final del torneo apretó y logró clasificar, termina quedándose con el título.
____________________________________________________________________________
Así son las reglas. No van a cambiar, aunque parezcan injustas, y para muchos mediocres. 
____________________________________________________________________________

La visión resultadista ha generado que olvidemos grandes torneos que tuvieron equipos INESPERADOS, que lograron ser los mejores entre conjuntos que los superaban en nómina y en jerarquía.

Y que por no conseguir el campeonato, la estadística los tiene en el olvido, pero que para algunos románticos del futbol, los consideran los "CAMPEONES SIN CORONA".

Así que revisaremos algunos de los líderes de la fase regular más memorables en torneos cortos.

El MÁS BOHEMIO, sin duda, el Atlas del Invierno 1999. El de La Volpe, el equipo que enamoró a propios y extraños con su futbol ofensivo, lleno de talentosos jóvenes, y que venía de aquella espectacular final contra el Toluca en el Verano del 99, empatada 5 a 5 en el global y que se definió en los penales a favor de los Diablos Rojos.

Incluso tras ese golpe anímico, la Academia, volvió a desarrollar su prodigioso estilo, con nombres como Erubey Cabuto, Juan Pablo Rodríguez, Miguel Zepeda, Daniel Osorno, y Hugo Castillo, y terminaron líderes de la temporada regular en el siguiente semestre... con 38 puntos.

Sin embargo, cayeron en la fase de semifinales ante los Tuzos del Pachuca, que a la postre, conquistaría su primer título del futbol mexicano ante Cruz Azul en la final.

Para muchos, el mejor Atlas de todos los tiempos, se quedó con la amargura de no romper el ayuno de campeonatos, pero con la satisfacción de ser un equipo del que todavía se habla cuando se recuerdan los ayeres.



El PATITO FEO, el flocorico equipo de Los Reboceros de La Piedad, que en el Verano del 2002 se convirtieron en la sensación del torneo y acabaron como líderes generales gracias sus 37 puntos.

Recién ascendidos y con un Víctor Manuel Vucetich demostrando que todo lo que toca es oro, se robaron los reflectores con todo y su humilde realidad.

Con uno de los peores estadios que ha tenido la Primera División en la historia moderna del balompié azteca: El Juan Nepomuceno, con gradas de tierra y con vestidores pauperrimos, pero que gozó con la magia de Claudinho, de un incipiente 'Kikín' Fonseca, y con el sacrificio de jugadores como el 'Tico' Óscar Rojas, Rafa Medina, Margarito Gonzalez y el portero Carlos Briones.

Sin embargo, su futbol reactivo y de transiciones cayó en los cuartos de final ante el poderoso América, que terminaría como campeón de aquel Verano 2002 ante el Necaxa.

Así no tenía un final feliz, una de las historias de cenicienta más surrealistas de la hoy llamada Liga MX.



EL MÁS APLICADO, con los también extintos Jaguares de Chiapas del Clausura 2004. Con una de los impactos más demoledores que ha tenido un solo jugador en un equipo, por lo que hizo 'Chava' Cabañas en aquel semestre.

El segundo mayor puntaje en la historia de los torneos cortos (aunque vale la pena decir que fue un certamen de 19 jornadas por la existencia de 20 equipos).

No obstante, fue un conjunto que cautivó como nunca antes a la afición chiapaneca con el futbol. Con decir que hasta había pequeñas invasiones de seguidores de los Jaguares en los partidos de visitante, algo impensado hoy en día.

Un grupo dirigido por José Luis Trejo que contaba en sus filas con futbolistas emblemáticos como el 'Gato' Ortiz, Sergio Almaguer, Dídí, Everaldo Barbosa, 'Tiba' y hasta el 'Matador' Luis Hernández.

Eran ampliamente favoritos para los cuartos de final, ante un Cruz Azul que venía de la repesca y que en el torneo regular solo hizo 23 unidades, mientras los de Chiapas sumaron 42... prácticamente el doble que La Máquina.

Sólo habían perdido un partido de las 19 jornadas, pero en la ida de los cuartos de final, ocurrió su segundo descalabro, y para la vuelta en el Víctor Manuel Reyna, un mal primer tiempo les costó y se quedaron a un gol en el global de avanzar... con un sabor muy amargo al caer muy pronto en la Liguilla... y que arrancaría una maldición de los Jaguares en los cuartos de final.



El MÁS SOBERBIO, cuando en el Apertura 2004, los Tiburones Rojos del Veracruz, pasaron de ser uno de los peores equipos de la liga, a armar un trabuco y culminar como los líderes de la fase regular gracias a sus 35 puntos.

Un castigo del América, llevó a Cuauhtémoc Blanco al puerto, quien se unió a nombres de peso como Kleber Boas, Christian 'El Chaco' Giménez, Braulio Luna, y el 'Lorito' Jiménez, entre otros.

El Cuauh fiel a su actitud ganadora, y como lo hizo también en el Valladolid, prometió lo impensado, el título para un club que apenas y soñaba con no descender.

Pero fue verdadero su compromiso y tuvieron el semestre más alegre que se recuerde en muuucho tiempo en el Luis Pirata Fuente.

Tanto fue el dominio del conjunto que dirigió Wilson Graniolatti, que llegaron previo a la última jornada con el liderato amarrado... y lo que provocó uno de los episodios más sui generis del futbol mexicano....

El Veracruz, por decisión de su dirigente, el polémico Rafael Herrerías, decidió que no se presentarían al último partido de la fase regular ante Jaguares, y eso que era en su propio estadio.

La liga, que en ese entonces ponía casi todos los juegos a la misma hora, para evitar chanchullos, no permitió que el Tibu disputara su encuentro a otra hora y no a las 12 del día, en el caluroso puerto, y sin nada en juego para ambos clubes.

Así que los Tiburones prefirieron pagar una multa y darles el día a sus jugadores, previo a la Liguilla.

Un ambiente lleno de confianza, hasta que apenas en la ida de los cuartos de Final ante unos Pumas que pasaron de milagro... y que les ganan 3-0 los universitarios y para la vuelta no hubo milagro del Super Tibu, y así acabaron con su soberbia, ya que les quitaron a Cuauhtémoc y volvieron a la triste realidad.



Finalmente, dos menciones honoríficas para dos equipos que si bien no terminaron como líderes del torneo, sí llegaron hasta la final y se ganaron el corazón de muchas personas en todo el país.

Primero los Toros del Celaya de la temporada 95-96, el último torneo largo, en el que eran el recién ascendido, y de la mano del exfutbolista del Real Madrid,  Emilio Butragueño, quedaron cuartos en la temporada regular y en la final perdieron ante el Necaxa por gol de visitante... un sabor a injusticia que provocó que se cambiara la regla para definir a un campeón.

Y el otro, los Toros Neza en el Invierno del 1997. Terceros en la fase regular, con uno de los equipos más extravagantes que ha tenido el futbol mexicano, y que estuvieron tan cerca de consagrar el título hasta que en la final, en el partido de vuelta contra las Chivas del Guadalajara, se desmoronaron y fueron goleados para un global de 7-2, pero con el reconocimiento del público por emocionar a la banda con su estilo dentro y fuera del campo.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Juegos Intertecnológicos

Fútbol vs Voleibol en México

La “chava fea” que Pumas tendrá que buscar