La NBA pone el ejemplo dentro de la burbuja

Por: Andrés Flores

El coronavirus se ha convertido en la amenaza más grande que hemos visto en años en el deporte profesional de los Estados Unidos. Y estamos hablando de ligas que se han ido a huelga, recibido demandas, vivir épocas llenas de esteroides o sufrir muertes trágicas ligadas a las drogas o la delincuencia, entre muchas otras cuestiones que se podrían poner sobre la mesa.

Sin embargo, la pandemia detuvo todo, comenzando por la NBA, siguiendo por la MLB y amenazando a la NFL. 

En el baloncesto, Adam Silver se vio obligado a colocar el freno de mano tras darse a conocer que Rudy Gobert había dado positivo por COVID-19. En las Grandes Ligas, Rob Manfred aplazó el arranque de la temporada y finalmente lo transformó en un año de 60 partidos con playoffs extendidos y muchas limitaciones en el calendario.

Al final la MLB fue la primera en regresar y hace una semana todos los amantes al Rey de los Deportes vivían una luna de miel con cuadrangulares de Giancarlo Stanton, un Jacob DeGrom dominante y mucha emoción en los diferentes parques de pelota en los Estados Unidos. 

Sin embargo, el lunes 27 de julio hizo su aparición el coronavirus y el bellísimo fin de semana dio paso a una pesadilla que parece no tener solución. Más de una docena de casos de COVID-19 dentro de los Miami Marlins, más de una serie cancelada y el temor de que los casos comenzarán a aparecer en cada una de las novenas de la MLB.

Manfred y compañía parecían tan sorprendidos como los mismos aficionados, sin un plan de emergencia y sin la garantía de poder llevar la temporada hasta el Clásico de Otoño. 

Por su parte, la NFL observa en silencio, con los mismos problemas potenciales que hoy atraviesa el béisbol, incluso, aún peores, al tratarse de un deporte de contacto. A pesar de tener el mayor margen de tiempo para alistar una temporada en medio de la pandemia, la National Football League parece tambalearse, incluso antes de dar inicio, sin poder prometer que mantendrá sanos a sus protagonistas.

Ahora mismo Adam Silver es el único en sonreír. El regreso de la NBA es un éxito total, con cero casos positivos previo a la reanudación de la temporada, un formato sumamente atractivo para el espectador, una postemporada que promete alcanzar niveles de emoción insospechados y sobre todo, la garantía de poder llegar hasta el final, protegidos por una burbuja que pone por delante al jugador, manteniendo como prioridad el negocio. 

El baloncesto tiene todo en sus manos para salir como el gran ganador de las ligas deportivas estadounidenses en tiempos de coronavirus.

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