El universo de la Liga de Expansión y el vacío que deja

Cada vez es más difícil encontrar nuestro propósito en la vida. Las nuevas generaciones no quieren descendencia, los trabajos son efímeros y las pasiones son contenidas. 

En el universo de la Liga de Expansión, o segunda división en México, se vive algo similar. Desde que quitaron el ascenso, se siente un vacío que no se puede ocultar. 

Son contadas las personas que asumen el "compromiso" de seguir a un equipo que no puede llegar a la Primera División. No hay necesidad de atarnos a algo que no resulta tan gratificante cuando existen mayores emociones en otras competiciones, otros deportes o incluso otros pasatiempos. 

Todas las aficiones de esta categoría sufren para crear un sentido de pertenencia con los clubes. Los jugadores van y vienen, difícilmente se promueve la asistencia a los estadios y cuesta generar interés por los proyectos. 

Sólo unos cuantos logran salir de este hoyo negro. Apenas en 2022 fueron 28 futbolistas los que dieron el salto de la Expansión a algún equipo de la Liga MX. 

El resto seguirá con ese sueño contenido de superarse. Con una pasión frenada por el propio sistema del futbol mexicano que año con año promete con permitir a las franquicias pelear por subir al máximo circuito. 

Lo peor es que esta situación ya no produce molestia, sino apatía. Una indiferencia que la vemos todos los días para casi todo lo que nos rodea más allá de nuestro pequeño mundo del día a día.